viernes, 26 de octubre de 2007

Parasha Vayera

UN BUEN AMIGO
Por Rab Amram Anidjar

Una de las cosas que una persona siempre busca en la vida es un buen amigo. Desde el jardín de infancia hasta la vejez. Queremos que sea una persona agradable, que nos de consejos, disfrutar de su compañía y pasar momentos de risa y juego con él.

Pero desafortunadamente, no todos saben escoger a sus amigos. A veces se dejan llevar porque es una persona chistosa, o fuerte o porque es millonario, y así hasta que son capaces de decir que ese es su mejor amigo, sin ni siquiera reflexionar en los mensajes que esa persona le transmite.

Pero así no se hacen los amigos. Ya nuestro Pirké Avot nos lo dijo, “Ukné Lejá Jaber – Y cómprate un amigo” ¿acaso existe una tienda de amigos? Seguramente que no, pero a lo que se está refiriendo es que de igual manera que compramos un carro o un traje o un apartamento, lo primero que hacemos es estudiarlo bien, si nos interesa su precio, su ubicación, sus características, etc., así debemos de hacer para seleccionar nuestras amistades. Debemos averiguar quién es, qué hace, qué le gusta, cuáles son sus cualidades, etc., y entonces será cuando reciba el título de un buen amigo.

En nuestra Parashá vino Abraham Abinu a enseñarnos qué es ser un buen amigo. Como es sabido, Dios se le reveló a Abraham en Eloné Mamré. ¿Por qué precisamente en la zona de Mamré y no en otra? Abraham tenía tres amigos, Anar, Eshkol y Mamré. En ese sitio le dijo Dios a Abraham que se hiciera la circuncisión. Una vez que escuchó Abraham esta encomienda de Dios, fue y le preguntó a sus amigos si hacérsela o no. Lógicamente no podemos decir que la intención de Abraham al preguntarle a sus amigos era dudar del Creador del mundo, sino que por el contrario él fue a probar quién era un buen amigo, ya que él sabía que un buen amigo es aquel que te ayuda a perfeccionarte, como lo decimos en hebreo “Lo Nikrá Shalem Ad Shemal – No se le considera perfecto hasta que se circuncida”.

Anar quien, como las iniciales de su nombre en hebreo lo indica, era un hombre con mala voluntad, le dijo a Abraham que no se hiciera la circuncisión.

Eshkol, como las iniciales de su nombre en hebreo indican, “solo un tonto se corta su propio cuerpo”, le aconsejó que no fuese un tonto.

Mamré le aconsejó que se hiciera la circuncisión, tal y como su nombre insinúa, “a quien se circuncida, Dios le cura”.

En ese instante entendió Abraham quien era su verdadero amigo, y así vemos por qué Dios se le apareció a Abraham en Eloné Mamré, que era la zona donde vivía Mamré, ya que Abraham decidió vivir cerca de un buen amigo y alejado de los que no eran realmente sus amigos.

De igual manera vemos cómo Abraham aleja a todos sus familiares del peligro, al ver que Lot estaba robando de campos ajenos y le dijo que se fuera de su lado, no vaya a ser que influencie mal a su gente, a sus esclavos, esclavas e incluso a Abraham mismo.

También lo hizo con su propio hijo Yishmael, al ver que era una mala junta para su otro hijo Itzjak, ya que le estaba enseñando a asesinar, a tener relaciones prohibidas e incluso a adorar otros dioses. Entonces optó por mandarlos lejos, a Hagar (su madre) y a Yishmael, con tal de que no mal educaran a Itzjak. Vemos entonces que desde el principio y hasta el final de la Parashá, nos está enseñando quién es un buen amigo y quién no lo es. Para que nosotros sepamos y estemos pendientes de no ser llevados por la corriente, y por los lavados de cerebro que vivimos diariamente, debemos de cuidarnos. Tal y como dice el refrán, díme con quien andas y te diré quien eres ( ).

Por eso dijo el rey David en su libro “Jaber Ani Alkol Asher Yerauja – Soy amigo de todo aquel que Te tema”.

¿Qué significa Jaber Tov (Buen Amigo)? Si analizamos la palabra Jaber (amigo) viene de la palabra Jibur (unión). Y la palabra Tov (Buen), se refiere a la Torá, tal y como está escrito “Ki Lekaj Tov Natati Lajem Toratí Al Taazobu – Porque buenas son mis enseñanzas, a mi Torá no la abandonen”. Por lo tanto, un buen amigo es aquel que me ayuda a unirme a las enseñanzas de la Torá y aquel que me ayuda a llevarlas a cabo. Sin embargo, aquel que me insita a abandonarla es un mal amigo.

Por ejemplo, una persona que insita a otra a abandonar la casa de sus padres y a vivir en las calles, ¿acaso podríamos pensar que ese es un buen amigo? Seguro que no. O, si por ejemplo, una persona que provoca a otra que fume drogas, ¿acaso es eso un buen amigo? O también si lo convence a robar dinero, seguramente que no es un buen amigo.

Tonto sería aquel que llegase a pensar que si se fuera de casa de sus padres le iría mejor, ya que se sentiría más libre. O si fuma drogas se sentirá como flotando en las nubes. O si roba dinero es bueno porque entonces tendrá más poder adquisitivo. El final de todo esto es muy malo y amargo. Así igual ocurre con un amigo que trata de convencer al otro de abandonar la casa de Dios, la casa de nuestro Padre que se encuentra en los cielos, la casa de estudio, la sinagoga y lo lleva a hacer pecados, a drogar su alma, a robar su vida eterna. Ni siquiera aquel que pide solo que lo acompañen a hacer sus malas acciones, se le puede considerar como un buen amigo porque conocemos el final de esa compañía.

Amigo es aquel que te ayuda a llegar al Gan Eden, a acercarte a Dios, a ser un judío como Abraham. Debemos estar pendientes siempre de las amistades de nuestros maridos, de nuestras esposas. Saber qué es lo que le están transmitiendo a ellos. Y en especial, hay que hacer énfasis en las amistades de nuestros hijos. Quiénes son, adónde los llevan, y qué tipo de mensajes les transmiten, etc.

Cuantas veces no hemos visto familias espléndidas, con hijos justos y buenos y bastó con que viniera un mal amigo para que se destruyera y se arruinara todo lo que los padres y los maestros le habían inculcado desde chiquito. Todo se botó a la basura, por una mala compañía o una mala sociedad. Dios nos guarde.

Pero si los padres se encuentran en una situación, Dios no lo quiera, donde observan que sus hijos se están haciendo amigos de personas no deseables, o se encuentran en una vecindad donde la influencia es negativa, entonces deben irse del sitio y procurar juntarse con gente buena y tratar de conseguir amigos buenos para que sus hijos se unan a ellos. A lo mejor les ocurre el milagro de Resh Lakish.

Resh Lakish fue uno de los sabios más importantes de la época de la Guemará. Cuando era pequeño sus amistades eran personas ladronas; con el tiempo se volvió el jefe de las pandillas de robo de su ciudad, ya que se convirtió en el ladrón número uno. Una vez se encontró con Rab Yojanán y se hizo muy amigo de él. Poco a poco se empezó, Resh Lakish, a convertir en un gran rabino de Israel. Rab Yojanán triunfó con él, ya que empezó a aconsejarle bien, y lo hizo amigo de los que de verdad se consideran amigos, y poco a poco lo convirtió en una persona que tenía Torá y Derej Eretz (Buenos Modales), hasta que finalmente se convirtió en uno de los sabios más grande que ha tenido Israel.

Que sea la voluntad de Dios que nos ayude a encontrar buenos amigos, que sean amigos como los de la infancia y que nos duren hasta la vejez. Y que a nuestros hijos e hijas los ayude a desenvolverse en una sociedad buena y sana. Amén.

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