viernes, 14 de noviembre de 2008

Zanahorias, huevos y café

De WikiPowell, la enciclopedia Scout

Me contaron que una hija se quejaba a su progenitor por los infortunios de su inexperta vida; no sabía qué ni cómo hacer para seguir adelante.

Estaba cansada de luchar en vano; cuando solucionaba un problema, ahí nomás, aparecía otro.

Su padre era cocinero y hombre de pocas palabras. Después de escuchar los lamentos reiterados de su hija esa mañana, llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego. Prontamente estaban hirviendo. En una de ellas colocó zanahorias, en otra huevos y en la última granos de café.

La muchacha se preguntaba por las intenciones de su padre que no alcanzaba a comprender. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un pote; luego hizo lo mismo con los huevos y por último coló el café y lo puso en otro recipiente. Luego preguntó:

- "¿Qué ves?"

- "Zanahorias, Huevos y Café", fue la respuesta inmediata.

El cocinero pidió a su hija que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y observó que estaban blandas. Luego le dijo que tomara un huevo y lo rompiera; al quebrar la cáscara se dio cuenta de que estaba duro. Luego le señaló que probara el café y al gustarlo disfrutó de su rico aroma.

La joven preguntó: - "¿Qué significa todo esto?".

Él entonces explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: el agua hirviendo. Sin embargo los tres habían respondido de manera totalmente diferente.

La zanahoria cedió su dureza por blandura; el huevo cambió fragilidad por firmeza; solamente los granos de café lograron transformar el color y el sabor del agua.

El cocinero agregó: - "Dime querida, cuando la adversidad golpea tu puerta ¿Cómo le respondes? ¿Eres zanahoria, huevo o un grano de café?"

Cuantas personas que se jactan de su dureza desfallecen ante la primera contrariedad...! Otras en cambio inesperadamente, pareciendo débiles, se fortalecen en los conflictos; muy pocos, en cambio, son capaces de superar las causas del dolor con una reacción positiva, inesperada, armónica, para bien de todos.

En vez de maldecir la temperatura del agua podríamos investigar la calidad de nuestra respuesta.

El aroma del buen café impregna, es inconfundible, neto, siempre bien recibido.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Seis días y Seismil Años

Extraído del libro "La Era Mesiánica" de Menajem M. Brod

…los seis días de la Creación y los seis mil años de existencia del mundo representan los seis atributos Divinos básicos: Jésed, Guevurá, Tiféret, Nétzaj, Hod y Yesod.

Nuestros Sabios describen en detalle el orden Divino en cada uno de los seis milenios.

De acuerdo con Najmánides, estos seis mil años reflejan los seis días de la Creación. Inclusive compara los sucesos de cada día y su correspondiente milenio.

¿Cuándo llegará el Mashíaj?

Además, en las enseñanzas jasídicas los seis días de la Creación y los seis mil años de existencia del mundo representan los seis atributos Divinos básicos: jésed, guevurá, tiféret, nétzaj, hod y yesod.

*En el primer día de la Creación, brilló jésed (bondad); por lo tanto, ese día fue creada la luz infinita. Del mismo modo, los primeros mil años de historia fueron asimismo un período de bondad -jésed-. La Divinidad abundaba, las personas vivían largamente y "eran alimentados por la bondad del Santo, bendito sea".

*El segundo día, guevurá (rigor) se tornó activa, y de ello resultó la separación entre las aguas inferiores y las aguas superiores. A su vez, los segundos mil años después de la Creación fueron una era de severo juicio, cuyos puntos máximos fueron el gran Diluvio y el episodio de la Torre de Babel.

*El tercer día, del que la Torá dice dos veces: "y fue bueno", tiféret (belleza) se manifestó y comenzó la perfección del universo: apareció la tierra firme y la vegetación comenzó a crecer.

En concordancia, durante el tercer milenio comenzó a revelarse el propósito de la creación a través del Éxodo de Egipto, la aparición del pueblo de Israel, y la entrega de la Torá.

*El cuarto día, Di-s colocó dos grandes luces en los cielos y en el cuarto milenio, los dos Templos iluminaron el mundo.

*En el quinto día, las aguas se plagaron de criaturas vivientes y las aves volaban sobre la tierra, aludiendo al reinado de las naciones gentiles en el quinto milenio.

*El sexto día, Di-s completó el mundo al crear al hombre.

Así también, en el sexto milenio, el hombre perfecto y completo, el Mashíaj, será 'creado' y revelado. En las palabras de Najmánides: "¡Este es el hijo de David, creado a imagen de Di-s!".

Preparar al mundo para la redención es, por lo tanto, la tarea del sexto milenio, en cuyo transcurso el Mashíaj se revelará.