viernes, 14 de diciembre de 2007

Carta a D-s y al Mundo

Esta es una carta encontrada entre los restos de lo que fue el Ghetto de Varsovia. Sólo podemos decir que es más que conmovedora, que no podemos dejar de leerla.

Carta a Di-s...y al Mundo

Yo, Yosef hijo de David Racover de Tamopol, un jasid del Rabino de Gur y descendiente de las piadosas y grandes familias de Racover y Meisel, escribo estas líneas mientras las casas del ghetto de Varsovia son presas de las llamas, la casa en que me encuentro es una de las últimas que aun no arde.

Durante varias horas, tronantes salvas de artillería estallan sobre nosotros y las paredes en torno se desintegran bajo el fuego. Ya no falta mucho para que la casa en que me encuentro se transforme, como todas las otras del ghetto, en la tumba de sus defensores.

Cuando mi mujer, mis hijos y yo, seis en total, nos escondimos en la noche y la noche sola nos acogía en su regazo, el día nos devolvía a nuestros perseguidores y asesinos. Recuerdo con una dolorosa claridad el día que los alemanes barrieron con fuego nutrido a los miles de refugiados en la carretera de Grodno a Varsovia. Al alba, los aviones zumbaban sobre nosotros, durante todo el día nos asesinaban. En esa masacre perecieron mi esposa con nuestro hijito de siete meses en brazos y otros dos de mis cinco hijos restantes que desaparecieron sin dejar huella. Eran David y Yehudá, uno de cuatro y otro de seis años de edad.

Al anochecer, un puñado de sobrevivientes continuó su camino hacia Varsovia y yo con mis otros tres hijos comenzamos a buscar en los campos y los bosques de la masacre a los otros dos niños.La noche entera los llamamos, solo el eco nos contestaba.Nunca más vi a mis dos niños, y más tarde un sueño me dijo que estaban en manos de Di-s. Mis otros tres hijos murieron en el término de un solo año en el ghetto de Varsovia.

Rújele, mi hija de diez años, oyó que era posible encontrar mendrugos de pan en el basural público fuera de los muros del ghetto. El ghetto padecía hambre en esa época y la gente que moría por inanición, yacía por las calles como andrajos amontonados. La gente del ghetto estaba preparada para enfrentar cualquier muerte menos la del hambre. Rújele no me había contado nada sobre su plan de escurrirse fuera del ghetto, lo cual estaba penado con la muerte. Ella y una amiguita de la misma edad emprendieron el peligroso viaje. Dejó la casa al abrigo de la oscuridad y al salir el sol ambas fueron avistadas del otro lado de los muros del ghetto. Guardias nazis y decenas de sus agentes polacos comenzaron la persecución de las dos niñas judías que se aventuraron a la búsqueda de un pedazo de pan en un pote de basura. Los que presenciaron y presenciamos esta cacería desde las ventanas, no podíamos creer lo que veíamos. Podía creerse que era la persecución de peligrosos criminales, esa horda de personas persiguiendo a un par de niñas de diez años y hambrientas.

No pudieron soportar mucho esa competencia desigual. Una de ellas, mi hija, corriendo con sus últimas fuerzas, cayó exhausta al suelo y los nazis le balearon la cabeza. La otra niña escapó, pero dos semanas más tarde falleció trastornada. El quinto de mis hijos Yaacob, un niño de trece años murió de tuberculosis el día de su Bar Mitzvá. Mi última hija, Jaya, de quince años, pereció durante una “kinderaction”, operación de niños, que comenzó al alba del último día de Rosh Hashaná y terminó al amanecer.Ese día antes de ponerse el sol centenares de familias dijeron Kadish por sus hijos.

Y ahora ha llegado mi turno, y como Job, puedo decir de mí, no soy yo el único que puedo decirlo, que vuelvo a la tierra desnudo, tan desnudo como el día en que nací. Tengo cuarenta y tres años y mirando hacia el pasado puedo afirmar honestamente, tan confiado como el hombre puede serlo consigo mismo, que he vivido digna y respetablemente, mi corazón lleno de amor hacia Di-s, fui bendecido con éxitos pero nunca me he jactado de ellos, mis posesiones fueron extensas y mi casa siempre abierta para necesitados. Serví a Di-s con entusiasmo y mi solo pedido era que Él me permitiese honrarlo con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas. No puedo decir que mis relaciones con Di-s permanecen inalterables después de todo lo que ha sucedido, pero puedo decir con absoluta certeza que mi creencia en Él no ha cambiado en absoluto.

Tengo aún tres botellas de gasolina, son tan preciadas para mí como el vino para un borracho. Éramos doce en esta habitación al comenzar la rebelión, durante nueve días combatimos al enemigo, mis once camaradas cayeron muriendo silenciosamente en la batalla incluyendo el pequeño de cinco años, que vino aquí solo sabe Di-s cómo, y que ahora yace muerto cerca mío luciendo en su cara una sonrisa como la de los niños que sueñan pacíficamente; también este niño murió con la misma calma ética que sus camaradas mayores.

Escribo estas líneas recostado en el suelo, alrededor mío yacen muertos mis camaradas. A menos que mi cara sea comida por las llamas, una sonrisa similar a la de ese niño podría quedar grabada en ella después de mi muerte. Mientras tanto aún vivo y antes de morir, quiero hablar a mi Señor como un hombre viviente, una simple persona viviente que tuvo la grande pero trágica suerte de ser judío. Estoy orgulloso de ser judío, no a pesar del trato que el mundo nos dispensa, sino precisamente debido a ese trato. Me avergonzaría pertenecer al pueblo que engendró y crió a los criminales responsables de los hechos que se han perpetrado contra nosotros. Estoy orgulloso de ser judío porque es un arte ser judío, porque es difícil ser judío. No es ningún arte ser inglés, americano o francés, puede que sea más fácil, más cómodo ser uno de ellos pero no es más honorable. ¡Sí, es un honor ser judío!. Soy feliz de pertenecer al pueblo más infeliz del mundo cuyos preceptos representan lo más elevado y bello de toda moralidad y leyes. Se nace judío tal como se nace artista, es imposible renunciar a ser judío. Este es nuestro atributo divino que nos convirtió en pueblo elegido. Creo en Ti, Di-s de Israel, a pesar de todo lo que has hecho para que no creyese más en Ti. Creo en Tus leyes aún cuando no puedo comprender Tus acciones.

La muerte no puede esperar más, desde los pisos encima mío el tiroteo se debilita a cada minuto que pasa, los últimos defensores de esta fortaleza están cayendo y con ellos caen y perecen los Jasidim judíos de Varsovia, yeré elokim, temerosos de Di-s. El sol se está poniendo en una hora más a lo sumo estaré reunido con el resto de mis hijos y de mi familia, y con los millones de miembros de mi Pueblo que sucumbieron, en ese mundo mejor en el que ya no habrán mas dudas.

Te he seguido aún cuando me has rechazado, he seguido Tus mandamientos aún cuando me has castigado por ello, Te he amado y Te amo aún cuando me has arrojado a la tierra, torturado hasta la muerte y convertido en objeto de vergüenza, de escarnio y de ridículo. Y estas son mis últimas palabras hacia Ti mi airado Di-s:

Has hecho todo lo posible para hacerme perder mi fe en Ti, pero muero exactamente como he vivido, gritando:

¡Shemah Israel HaShem Elokenu HaShem Ejad!

Parasha Vayigash

LAS PRUEBAS
Por: Rab Amram Anidjar

Todos los años, cada vez que llegaba esta Parashá, me preguntaba a mí mismo tres preguntas. Son preguntas que, cualquiera que estuviera interesado en entender bien la Parashá, las hubiera preguntado.

La primera pregunta es: ¿Cómo Yosef puede ser tan vengativo? ¿Dónde está la Torá que le enseñó su padre? ¿Dónde dejó la piedad con sus hermanos? ¿Quiénes fueron, indirectamente, los causantes de su nuevo status social?. A de pesar que ellos también se comportaron de una manera completamente injusta, está escrito en la Torá “No te vengarás” y de seguro que eso se lo enseñó su padre Yaakov.

La segunda pregunta es: ¿Por qué Yosef, después de estar tantos años en el poder, no tomó un caballo y fue a casa de su padre, para así alegrarlo? ¿Por qué no le mandó un Fax? ¿Por qué no lo llamó por teléfono? ¿Acaso podríamos decir que su venganza es más importante que su padre?

Y la tercera pregunta es: ¿Yosef realmente quería a sus hermanos o no? Por un lado les demostraba distanciamiento, y por el otro se escondía en un cuarto a llorar como un niño. Incluso cuando llegó Binyamín, en vez de ir a abrazarlo y a besarlo, decide controlarse e incluso lo deja como esclavo, ¿Acaso Binyamín le hizo algo?

Para responder estas preguntas, investigué en varios libros de nuestros comentaristas, reuní la información y con la ayuda de Dios les transmitiré las respuestas respectivas.

Todos nosotros sabemos que Dios posee una cualidad de justicia, la cual consiste en retribuirle a la persona con la misma moneda con que ella se comporta.

Por ejemplo, Yaakov le fue encomendado por su padre Itzjak de ir a Jarán a buscar a una muchacha para casarse y volver, pero éste se quedó en ese sitio 22 años. Así se le retribuyó a Yaakov con su hijo Yosef, cuando se separó de él durante 22 años.

O cuando Yaakov mintió a su padre al ponerse encima pieles de chivos. Luego sus hijos le llevaron las ropas de Yosef con sangre de chivo. Y así muchas veces se repite la historia en la Torá. La pregunta es: ¿Por qué Dios hace las cosas así?

El motivo es porque Dios quiere que hagamos teshuvá (arrepentimiento) por todo aquello que nos equivocamos. Pero a veces se nos olvida o, simplemente, no sabíamos que eso era prohibido hacerlo, y por eso nos manda un recordatorio de lo malo que hicimos para que nos arrepintamos.

Yosef que ya se sabía esta lección, estaba pendiente de cualquier detalle que le mandaba Dios ya que el vio en su propia carne esta conducta de Dios. Por ejemplo, cuando acusó a sus hermanos de comer carne sin Shejitá, su ropa fue ensuciada con sangre y se la llevaron a su padre. Cuando dijo que sus hermanos se decían unos a otros que eran hijos de las esclavas, fue él mismo vendido como esclavo. Los acusó de que estaban pecando con mujeres prohibidas, y la esposa de Potifar lo engatusó. Cuando el juez le dictaminó 10 años de cárcel, entendió Yosef que fue por hablar mal de sus 10 hermanos. Después que recibió dos años más de cárcel, entendió Yosef que era por haberle dicho dos palabras de más al ministro de las bebidas para que lo sacara de la cárcel: “Acuérdate de mí”.

De esta forma, Yosef aprendió a captar los mensajes de Dios, y empezó a hacer teshuvá por todos sus errores.

Los hermanos todavía pensaban que habían hecho bien con Yosef al haberlo vendido. Por eso Yosef, junto con la ayuda de Dios, les estaba preparando una estrategia única para lograr que hicieran teshuvá, pero una teshuvá conciente y no una teshuvá obligada por la situación. El no quería hacerlos sentir obligados a arrepentirse, revelando su identidad de Yosef, rey de Egipto, porque si lo hacía así, lógicamente sus hermanos jamás se hubieran arrepentido de lo hecho.

Por eso, Yosef esconde ese amor tan grande que sentía por sus hermanos y empieza a poner en funcionamiento la estrategia de las insinuaciones.

Primero los acusó de espías, y los hermanos no entendían cómo es posible que los acusaran de una forma tan extraña e ilógica. Se pusieron a recordar el pasado y se dieron cuenta de que una vez acusaron a un hermano llamado Yosef de espía y que lo querían matar por eso, cuando en verdad venía solamente a repartirles comida. En ese momento se empezaron a arrepentir por lo que le hicieron a su hermano Yosef.

Posteriormente, los encerró tres días. En el calabozo se preguntaban, ¿Por qué nos habrán encerrado en un calabozo, y por qué tres días? Entonces se pusieron a recordar el pasado otra vez, y se dieron cuenta de que tres días fue lo que recibieron porque le hicieron tres cosas a Yosef: lo desnudaron, lo metieron en el pozo y después lo vendieron. Ahora ellos estaban en un calabozo por haber metido a Yosef en un pozo. Es decir, empezaron a relacionar todos esos inconvenientes ocurridos en Egipto con Yosef.

En ese momento, todos empezaron a confesar sus errores, y dijeron que ellos eran culpables por los sufrimientos de Yosef, ya que no quisieron escucharlo cuando suplicó que lo ayudaran. Pensaron que tuvieron que haberlo escuchado y por lo menos no lanzarlo al pozo, pues mejor lo hubieran dejado afuera y después venderlo.

En ese momento, Reubén dijo que todos ellos estaban equivocados, porque el asunto se veía más serio de lo que aparentaba y dijo: el único que propuso la idea de lanzarlo al pozo había sido yo y no ustedes; por eso a quien le correspondería recibir el castigo, es a mí. ¿Pero por qué ustedes fueron también castigados? Si es por la venta, entonces yo no debería de haber sido castigado, ya que yo no estaba presente en ese momento y si al final estamos todos siendo castigados por igual, seguramente es por la sentencia de muerte que le determinamos a Yosef y no por otra cosa.

En ese momento, Yosef se dio cuenta de que el único que se acercaba al arrepentimiento verdadero era Reuben, mientras que los demás todavía no se despertaban. Por eso continuó Yosef con su estrategia.

Colocó a Shimón en la cárcel como garantía de que volverían. Todos se preguntaron: ¿Por qué Shimón fue retenido en la cárcel y al resto lo liberó? Fue cuando se recordaron que el primero que había propuesto la muerte de Yosef había sido Shimón. Ahí fue cuando los hermanos se empezaron a dar cuenta de que todo lo ocurrido coincidía con el pasado.

El Kli Yakar explicó que no toda la estrategia que se llevó a cabo fue exclusivamente por Yosef, ya que Dios también intervino en ella. Cuando Yaakov mandó a sus hijos a liberar a Shimón, mandó también con ellos un pequeño presente “ “. Si reflexionamos, nos daremos cuenta que eso mismo era lo que llevaban los yishmaelim en sus carruajes, cuando vendieron a Yosef.

Todas las piezas se estaban juntando y formándose una foto no tan agradable para los hermanos de Yosef, ya que empezaron a entender que debían ir a Egipto a pedirle perdón por todo lo hecho, y aceptar que durante 22 años, vivieron equivocadamente lo que no era muy fácil. Además, el sufrimiento que le causaron a su padre durante 22 años fue en vano. Lo que sí veían era cómo Dios les estaba mandando todos esos datos para que despertaran.

La gota que derramó el vaso fue cuando Yosef le puso a Binyamín en su bolsa, o saco, la copa. Al abrir la bolsa de Binyamín y encontrar allí la copa del Faraón, inmediatamente entendieron ellos que Yosef les estaba recordando que por su culpa de su padre se visitó con ropas de luto (que eran hechas con saco) durante 22 años, al pensar que él estaba muerto.

Al final de todo, los hermanos entendieron que hicieron mal con su hermano Yosef, al sentenciarlo a muerte, al venderlo y que, también con su padre Yaakov, hicieron mal.

Por eso se ofrecieron inmediatamente como esclavos de Yosef, porque sabían que el próximo paso era que ellos serían vendidos como esclavos, tal y como hicieron con él.

Hasta aquí había terminado la primera parte del plan. Reconocieron el pecado. Ahora les faltaba el arrepentimiento. Para esta segunda fase, Yosef ya tenía preparada la táctica para llevarla a cabo perfectamente.

El Rambam explica la segunda fase de la teshuvá, que es el arrepentimiento, de la siguiente forma: Cuando la persona se encuentre en la misma situación en la que pecó, y se auto controle y evite pecar, será entonces cuando verdaderamente demuestre arrepentimiento y así, el proceso de la teshuvá quedará completado perfectamente.

Yosef preparó un gran banquete, en el que participaron todos los hermanos, pero a Binyamín, que era el otro hijo de Rajel y también muy querido por su padre, lo sentó a su lado, le vistió con atuendos especiales y le sirvió más comida que al resto de los hermanos. Todo eso lo hizó para ver si los hermanos mostraban alguna señal de envidia por el hijo de Rajel, el hijo preferido de Yaakov. Le colocó una vestimenta especial, tal y como Yaakov había hecho con Yosef. Lo sentó a su lado, tal y como hacia Yaakov con Yosef, etc. Solamente quería ver la reacción de ellos.

Al final, Yosef les informó que Binyamín se quedaría como esclavo, y que ellos quedaban libres para irse con su padre. En ese momento quiso ver Yosef, si verdaderamente habían hecho teshuvá o no, ya que la vez que lo vendieron a él fueron a donde su padre a contarle mentiras, y ahora que tenían la oportunidad de hacer lo mismo, Yosef quería chequearlos y saber si verdaderamente se querían arrepentir de lo hecho o no.

Al ver Yosef que Shimón fue el primero en salir a defender a Binyamín diciendo que él sería el esclavo y no Binyamín y que después todos empezaron a suplicar que liberara a Binyamín, ya que no querían volver a hacer el mismo error de la otra vez, fue entonces que Yosef no pudo aguantar ese amor que sentía por los hermanos y los abrazó, ya que se había dado cuenta de que realmente se habían arrepentido de lo ocurrido en el pasado.

Por eso entendemos por qué Yosef no quiso comunicarse con su padre, para que la estrategia se llevara a cabo perfectamente.

Efectivamente, Yosef amaba a sus hermanos y lo único que quería ayudarlos espiritualmente a limpiar sus cuentas pendientes con Dios.

Jamás existió aquí ninguna venganza, sino amor verdadero, ya que él quería que se arrepintieran para evitar que fueran juzgados por Dios.

Aprendimos de todo esto que en la vida, la persona tiene que buscar y entender toda insinuación que Dios le manda, bien sea para que corrijamos algún error que hicimos en el pasado y nos arrepintamos o bien sea para advertirnos que no caigamos en el futuro.

También aprendimos, que a pesar de que ya hayamos reconocido nuestro error y estemos arrepentidos de todo corazón, todavía no hemos sido puestos a prueba en la misma situación y por lo tanto, nuestra teshuvá no ha sido completada.

“Que sea la voluntad de Dios que sepamos interpretar correctamente las señales que nos manda diariamente, para llegar a hacer teshuvá por todos nuestros errores, y que cuando seamos puestos a prueba nunca tropecemos y que, por el contrario, sepamos sobreponernos. Amén.”

viernes, 7 de diciembre de 2007

Parasha Miketz

Editado por Najalat Baruj

No podemos entender el final de la película si vemos solo la mitad.

Los hermanos de Yosef descienden a la tierra de Egipto en busca de comida ya que había hambruna en Canaan, al llegar allí , El virrey de Egipto les dice que son espías, y ellos dicen que no y le cuentan quienes son ellos y dicen que son dice hermanos etc., para probarlo el les dice, que se quede uno de los hermanos prisionero y los demás vayan en busca del otro hermano que faltaba.

Los hermanos se culpan a ellos mismos que todo lo que les esta pasando se debe a no haberse apiadado de su hermano Yosef y a eso atribuyen las desgracias que les están ocurriendo. A todas estas ellos no saben que Yosef entiende todo lo que ellos están diciendo.

Posteriormente cuando ya volvieron y liberaron a Shimon que estaba preso, Yosef (no revelado) le dijo a uno de los empleados que metiera la copa real en el bolso de Binyamin. Y después de que arrancaron camino a Canaan, Yosef mando en busca de su copa de plata, a lo que los hermanos respondieron que no tenían nada, que como ellos iban a hacer tal cosa de robarse una copa, a lo que se revisaron todos los bolsos y encontraron la copa.

Cuando volvieron donde Yosef, Yehuda le dijo que podemos decirle, D—S ha encontrado el pecado en nuestras manos, todos seremos esclavos de usted y finalmente Yosef decidió que no que la persona dueña del bolso en la cual se había encontrado la copa solo ese se quedaría como esclavo. Y allí termina la Parasha de esta semana.

¿Porqué la Parasha de Miketz acaba en el medio del cuento, con el destino de Binyamin cuelga de la balanza, en ves de con el final cuando Yosef su identidad a sus hermanos? La historia de Yosef y sus hermanos, dice el Jafetz Jaim, contiene una buena lección para el futuro. A menudo nos imaginamos que cuando Mashiaj venga, días sino semanas van a ser necesarias para explicar las muchas tragedias de nuestra historia. Pero no es así. Con sólo dos palabras "Yo soy Yosef" Yosef aclaró todas las preguntas de sus hermanos. De la misma forma cuando Hashem se revele y se pueda ver el cuadro completo del mundo, sólo dos palabras- " Soy Hashem"- será necesario. Los sabios que dividieron las lecturas semanales de la Tora, Terminaron Miketz intencionalmente dejando colgada toda la historia para enseñarnos que aunque todo finalmente es por bien , a veces tenemos que esperar hasta la próxima Parasha de la semana entrante para entender que realmente es así.

Rab Shraga Feivel Mendlowitz daba el siguiente ejemplo. Cuando un niño dibuja a una persona, está obvio desde el principio que el círculo arriba es la cara, la línea que baja es el cuerpo, y las líneas que se proyectan hacia el exterior son los brazos y las piernas. Pero cuando un artista pinta a una persona, puede ser que que comience con una mancha de color rojo, que al espectador le parece que arruina la lona. Sólo cuando se completa la pintura, es obvio que ese rojo era necesario para un contraste. De la misma forma, Hashem pinta un panorama de la historia. A medida que se va desarrollando la pintura, hay líneas que vemos como innecesarias o perjudiciales. Pero cuando se termine la pintura, se vera claramente como cada línea y cada mancha fue necesaria para la perfección del cuadro. A eso es a lo que se refiere la Guemara cuando dice no hay artista como D—S (Berajot 10a).

Cuando Moshe Rabbeinu le preguntó a Hashem que le explicara el sufrimiento del justo y la prosperidad del malo, Hashem le respondió, "veras Mi parte de atrás, pero Mi cara, no la puedes ver," (Shemot 33: 23). El Ksav Sofer explica: "Mi parte de atras- cuándo el mundo alcance su realización, entonces entenderás retrospectivamente; pero Mi cara- de antemano, mientras se van dando los eventos, no lo comprenderás."

Nuestra incapacidad para percibir lo grandioso en nuestro sufrimiento es un resultado de nuestra limitada perspectiva. La Guemara (Pesajim 50a) pregunta sobre el versículo, "En ese día Hashem será Uno y Su Nombre Uno" "Acaso Hashem y su nombre no son uno ahora?" La Guemara contesta que este mundo no es como el mundo venidero. En este mundo decimos la bendición, Hatov Vehametiv para lo bueno y Dayan Haemet en lo malo. Pero en el Mundo Venidero, le diremos Hatov Vehametiv a todo. En este mundo escribimos el nombre de D--S con las letras, hey, vov, hay, yud, pero lo pronunciamos. En el próximo mundo se leerá el nombre de D--S como se escribe.

En el próximo mundo cuando miremos atrás retrospectivamente, entenderemos que todos los infortunios por los cuales bendecimos Dayan Haemet en este mundo eran verdaderamente por nuestro bien, y entonces diremos la beraja de Hatov Vehametiv retroactivamente. Igualmente, el Nombre de Hashem- significa que transciende el tiempo- que estaba, está y siempre estará. Es un nombre que connota misericordia, porque en el análisis final, más allá del tiempo, todo es para bien. Siendo que estamos limitados por el tiempo, no podemos relacinarnos al nombre de D--S como esta escrito. Sino que vemos el infortunio y la adversidad, y lo relacionamos con el nombre de Hashem un nombre que significa ese D—S que domina y guía todo en el mundo, sea que lo veamos como bueno o malo.

El Sfas Emes explica que se designaron los días de Januka como días de halel y de hodaa (alabanza y agradecimiento): halel por la salvación milagrosa y hodaa por el sufrimiento e infortunio que lo precedió. Por lo que en el Al Hanisim que se agrega en el Shemoneh Esrei durante Januka, nosotros no sólo agradecemos a D--S por Sus milagros, liberación, y poderosos actos, pero también por las batallas.

No celebramos solo nuestra salvación, pero también el infortunio y el sufrimiento que fue necesario para esa salvación. El sufrimiento y la liberación deben ser vistos como una unidad indivisible. Si alguien excavó un agujero en una vía pública en el que otra persona cayo y se rompió la pierna, cuanto le podemos agradecer por ofrecer pagar los gastos médicos. Pero si un doctor tiene que romper un brazo para restablecerlo propiamente, merece gracias por ambos la ruptura y el restablecimiento. Así, demasiado, debemos reconocer la mano providencial de D--S en nuestro sufrimiento así como en nuestra salvación.

La Guemara, dice que debemos bendecir Dayan Haemet con la misma alegría que bendecimos Hatov Vehametiv. ¿Pero si reconocemos que todo lo malo es verdaderamente por nuestro bien, porqué no bendecimos Hatov Vehametiv sobre todo lo que pasa?

La respuesta es que debemos funcionar en dos niveles simultáneamente. Desde el punto de vista físico, estamos limitados por el tiempo y vemos lo malo como malo. Aun mas esa es la forma como D—S quiere que veamos la situación. Nuestro sufrimiento se puede comparar a una operación muy dolorosa pero que nos curará de una enfermedad espiritual de la que sufrimos. Aunque uno está feliz que la operación dará como resultado su recuperación absoluta, la necesidad de la operación y el dolor que envuelve es suficiente para verlo como algo malo. Al mismo tiempo, nuestras almas que transcienden el tiempo, y por consiguiente interiormente que lo malo era revelado al final como o algo bueno. Éste nos da un alegría interna, incluso cuando lloramos exteriormente.

El verdadero significado de la bendición Dayan Haemet no es que D--S es el juez Verdadero, sino que El es el juez de la Verdad.

Sólo El puede determinar cómo será revelada la verdad a veces será de forma mas clara y a veces en formas que nos confunden a nosotros.

¿Ahora podemos entender la distinción de Najum Ish Gamzu, porque se llamo así, porque respondió a cada infortunio con las palabras, "Gam zu letovah-esto también será por bien." Pero si se cada judío tiene que creer que todo lo que viene del cielo es por bien, que tiene de especial Najum que así lo creía? La respuesta es ese la persona esta solo obligada a entender que desde el punto de vista de D—S todo es bueno. Sin embargo la persona puede reaccionar al infortunio como infortunio desde su limitada perspectiva. Najum, sin embargo, realmente entendió el infortunio como bueno, algo mas allá de lo que exige la halaja (ley judía).

Rabbeinu Yonah escribe en Shaarei Teshuvah Cuando uno recibe el castigo de Hashem y como consecuencia mejora sus caminos, es apropiado para él alegrarse en sus sufrimientos, porque ellos le trajeron gran beneficio, y debe agradecer a Hashem por ellos como lo hace por otro éxitos. y el que en verdad confía en Hashem debe esperar en medio de su dolor que la oscuridad será la causa de su luz. Como nuestros sabios z”l, dijeron, "Si no me hubiera caído, no me pudiera haber levantado; si no hubiera estado en la oscuridad, no seria luz para mí" (Midrash Tehillim 22).

El Autocontrol, que Importante!

La Tora pone mucho énfasis en el autocontrol que debemos de tener sobre nosotros mismo. ¿ "Quien es el fuerte? Él que conquista sus inclinaciones." como esta escrito (Proverbios 15) "más grande es uno que es lento en enfurecerse que un guerrero poderoso, y mas grande es uno que controla su espíritu que el que conquista una ciudad." (Pirkei Abot, Cap. 4).

El Yalkut Lekaj Tov cita a Rab Meir Rubman quien dice que podemos entender la gran fuerza que es necesaria para poder tener autocontrol que es aun mayor que la que se necesita para conquistar una ciudad. La inclinación negativa de cada persona en su nivel es tan fuerte que uno no la puede vencer sino con mucha fuerza y estrategia.

¿En donde vemos esta grandeza? Lo encontramos con Yosef. Cuando los hermanos de Yosef vinieron a Egipto que el Torah declara "y los reconoció." Inmediatamente después en el próximo versículo la Torah repite "y Yosef reconoció a sus hermanos." (Bereshit 42: 7-8). Rashi pregunta para que repite? A lo que responde que esta repetición es para enseñarnos algo mas a nosotros. Que Yosef los reconoció como hermanos, y sintió hermandad con ellos.

Esto se demuestra éste por la declaración que Yosef hizo cuando nombró a su hijo Menashe. ¿ "Porque D--S me ha hecho olvidar todos mis problemas, incluso la casa de mi padre." (Bereshit 41: 50) Cómo puede Yosef olvidar la casa de su padre, y cómo puede saber que ha olvidado la casa de su padre? Obviamente ése no es el simple significado. Más bien, el significado es que Yosef había perdonado a sus hermanos por haberlo vendido.

Yosef entendió que sus sueños tenían llevarse a cabo, que le tocaba gobernar sobre sus hermanos, y que tenía que esconder su identidad de ellos. Para eso hizo falta un gran autocontrol por parte de Yosef cuando realmente lo que quería era revelar su identidad a ellos.

El mensaje es que Yosef utilizo el autocontrol para poder hacer la voluntad de D--S- lo correcto. El autocontrol es básico en el Judaísmo. Lo aprendemos de Yosef.

Este punto parece trivial, pero hoy en día la tendencia pareciera estar en continuo aumento de la lista de las cosas a las que uno ya no necesita decir no. Autocontrol pareciera algo que esta fuera de contexto, pero es realmente revolucionario e innovador.

Mas aun la felicidad emocional esta estrechamente relacionada con el autocontrol, porque cuando las personas se dan por vencidas, y violan las convicciones de sus almas, les trae tristeza.

Autocontrol es una llave a la felicidad y la grandeza. Ésta es una de las grandes lecciones que Yosef impartió para las generaciones, y hoy en día es mas relevante que nunca.

Abal, pero, con excusas las trasgresiones las puede hacer pensando que son mitzvot.

Dice en el Parasha que Yosef dijo a sus hermanos "Si ustedes están diciendo la verdad, uno de sus hermanos se debe quedar aquí como prisionero." A lo que los hermanos se dijeron entre ellos, "De hecho (Abal) somos culpables por nuestro hermano, ya que vimos su angustia cuando nos suplico y no le prestamos atención; a eso se debe que esta angustia ha venido sobre nosotros."[ Bereshit 42: 19-21]

El uso de la palabra 'Abal, ' aquí, es un poco extrano. ¿Literalmente el versiculo significa "Pero, somos culpables." Cómo “pero”encaja aquí? Rashi cita el Targum, que dice que aquí, la palabra 'Abal' no quiere decir 'pero' malo, sino que significa ‘porque’ Rashi entonces cita un Midrash Rabbah que la interpretación es de hecho 'pero.' Si así, nuestra pregunta original regresa, cómo 'pero' encaja en este contexto?

Vemos que hay varias conexiones entre Yom Kippur y la venta de Yosef. En Yom Kippur leímos la narrativa de los Diez Mártires, los cuales fueron una expiación por la venta de Yosef. Además, según la Cábala, la razón que no usamos zapatos en Yom Kippur se debe a que los hermanos de Yosef (según el Medrash) tomaron el dinero que recibieron de la venta de Yosef y compraron zapatos. Finalmente, el Rambam en Hiljot Teshuba[2:8] define la esencia de la Confesión (Vidui) en Yom Kippur de la siguiente manera "Pero nosotros y nuestros padres hemos pecado". Éstas son casi las mismas palabras que encontramos en nuestra Parasha "Pero, nosotros somos culpables"

Vemos que hay una conexión entre la confesión decimos en Yom Kippur y la confesión de los hermanos de Yosef. Más allá hay una conexión entre todo el incidente de a venta de Yosef y el servicio de Yom Kippur.

Hay un comentario que explica este así: Los hermanos dicen "Nuestro pecado fue 'abal'--la palabra 'pero.'" dijeron, "no fuimos maliciosos en trata de herir a Yosef." Ellos sintieron que que era en defensa propia. Pensaron que Yosef trataba de matarlos. Tenían todo tipo de cálculos. Su crimen no era uno de malicia, sino de racionalización.

"Pero…. trata de hacernos." "Pero…. Papa lo quiere mas." Pero…. si no hacemos algo, este será nuestro final." "Nuestro pecado," los hermanos dijeron, "nace del hecho que dijimos 'pero.'" Al decir 'pero, ' uno puede racionalizar cualquier cosa.

Rab Yitzjak Breuer dice que hay tres tipos de sentidos. Hay el sentimiento animal que una persona tiene, hay el sentimiento humano que una persona tiene, y hay un sentimiento profético o profundo que una persona puede tener. Si una persona sólo tiene los primeros dos sentidos, puede tomar esos impulsos y racionalizar que cualquier cosa no es solo permitido sino que es aun una mitzvah. Una persona requiere, no sólo el sentimiento humano, pero también requiere la visión profética saber si eso es lo que verdaderamente D-S quiere de el.

Éste fue el pecado del los hermanos de Yosef. 'Pero, hemos pecado’ Nuestro pecado ocurrió porque porque hacíamos todo a través de la racionalización. Racionalizamos nuestro celos y nuestro odio y los sentimientos ocultos que teníamos hacia él. Fuimos mas allá y lo creímos como una mitzva.

Eso es lo que tratamos de hacer en Yom Kippur. Declaramos que no somos personas malas. No somos malos o lo hicimos con intencion ¿Cual es entoncs la naturaleza de nuestras transgresiones?

"Abal, (pero) es demasiado difícil estudiar todas las noches una hora. Pero, es demasiado difícil dar el maaser "Pero, pero, pero, pero." Nuestros pecados son los hijos del 'pero.' Por eso leemos el incidente de los Diez Mártires. Por eso nos quitamos los zapatos. Para recordarnos que lo vendieron y tomaron el dinero para comprar zapatos…. porque con 'aval' (pero) uno puede racionalizar cualquier cosa. Nos quitamos los zapatos para recordar lo que puede pasar cuando uno permite que las racionalizaciones tomen el control de las acciones.

Por consiguiente, éste es el texto de nuestra Confesión--pero, nosotros y nuestros padres hemos pecado. Decimos 'pero' muy a menudo. Racionalizamos todo. Eso es lo que buscamos reparar en Yom Kippur.