jueves, 17 de octubre de 2013

Tehilim / Salmos 1-10

El Libro de Tehilim, compilado proféticamente y con Inspiración divina por el Rey David, es expresión de las emociones y los sentimientos más nobles del ser humano. Así, cada Salmo constituye un canal de conexión del hombre con Hashem, y a la vez -y en sentido inverso- un canal único a través del cual se revela para el hombre una energía específica desde lo Alto, energía que es inherente a cada salmo y propia de él. Y no obstante, a fin de obtener el efecto deseado al leer cada Salmo, la persona debe ser consciente de que la sinceridad y la devoción puestas de manifiesto serán las determinantes. Pero todo ello, supeditado aún a la Voluntad divina.
 
SALMO 1
Estímulo para estudiar Torá y evitar el pecado. Quien siga este camino tiene asegurado el éxito.
Con los inicuos, será a la inversa
 
Ashrê haish asher lo halaj baatsat reshaim, uvdérej jataim lo amad, uvmoshav letsim lo iashav. Ki im betorat Adonai jef’tso uvtorato iegue iomam valaila. Vehaia keets shatul al palguê máyim, asher pirio yiten beito vealehu lo yibol, vejol asher iaasse iats’líaj. Lo jen hareshaim, ki im camots asher tidefenu rúaj. Al ken lo iacúmu reshaim bamishpat, vejataim baadat tsadikim. Ki iodêa Adonai dérej tsadikim, vedérej reshaim toved.
 
Dichoso es el hombre que no ha andado en el consejo de los malvados, ni se ha parado en la senda de los pecadores, ni sentado en compañía de los mofadores. En cambio, su deseo se halla en la Torá de Adonái, y en su Torá medita día y noche. Será cual un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto en su estación adecuada y cuya hoja no se marchita; y todo lo que él hace tendrá éxito. ¡No así los malvados! Son como la paja que el viento empuja. Por ello, los malvados no se alzarán en el juicio, ni el pecador [será incluido] en la congregación de los justos. Pues Adonái conoce la senda del recto, mas el camino del malvado ha de perecer.
 
SALMO 2
No intentes ser más listo que Dios. Si tienes motivos para alegrarte,
hazlo con cuidado, no sea que los pecados reviertan tu alegría.
 
Lama ragueshu goyim, uleumim iegu ric. Yiteiatsevu malje érets, verozenim nossedu iajad, al Adonai veal meshijo. Nenateca et mosserotêmo, venashlija mimenu avotêmo. Ioshev bashamayim yis’jac, Adonai yil’ag lamo. Az iedaber elêmo veapo, uvajarono ievahalêmo. Vaani nassajti malki, al Tsión har-codshi. Assapera el joc Adonai amar elai beni áta, ani haiom ielidtíja. Sheal mimeni veetená goyim najalatêja, vaajuzatejá afsê árets. Teroem beshévet barzel, kich’li iotser tenapetsem. Veata melajim haskilu, hivasseru shofetê árets. Ivdu et Adonai beyir’á, veguilu bir’ada. Nashecu var, pen ieenaf vetovedu dérej, ki yiv’ar kim’at apô, ashrê col jossê vo.
 
¿Por qué las naciones se reúnen con furia, y los pueblos traman en vano? ¿[Por qué] los reyes de la tierra se alzan, y los gobernantes juntos se reúnen en contra de Adonái y en contra de Su ungido, [diciendo:] "Erradiquemos sus cuerdas y arrojemos de nosotros sus sogas"? Aquel que Se sienta en el Cielo ríe, mi Amo Se mofa de ellos. Entonces El les habla en Su ira, y los aterra en Su furia [diciéndoles:] "¡Soy Yo quien ha ungido a Mi rey, en Tzión, Mi montaña sagrada!" Corresponde que yo declare: Adonái me dijo: "Tú eres Mi hijo, [te aprecio como si] Yo hoy te he concebido. Pide de Mí, y Yo he de hacer de las naciones tu herencia, y tus posesiones han de extenderse hasta los confines más remotos de la tierra. Las triturarás con una vara de hierro, las harás añicos como una vasija de alfarero". ¡Y ahora, reyes, sed sabios; extraed una lección, vosotros, gobernantes de la tierra! Servid a Adonái con temor, y alegraos con temblor. Apresuraos a purificar [vuestros corazones], no sea que El Se enoje, y vosotros perezcáis en el camino aun cuando Su ira arda apenas por un fugaz momento. Dichosos son todos los que depositan su confianza en El.
 
SALMO 3
Si sientes que eres castigado, no desprecie el reproche de ello pues,
quizás, mereces más, y Dios te trata bondadosamente.
 
Mizmor ledavid bevor’jo mipenê Avshalom beno. Adonai ma rabu tsarai, rabim camim alai. Rabim omerim lenafshi, ên ieshuáta lo velohim sêla. Veata Adonai maguen baadi, kevodi umerim roshi. Coli el Adonai ecrá, vaiaaneni mehar codsho sêla. Ani shajavti vaishána, hekitsoti ki Adonai yismejeni. Lo ira merivevot am, asher saviv shátu alai. Cuma Adonai hoshiêni Elohai, ki hikita et col oievai leji, shinê reshaim shibarta. Ladonai haishuá, al amechá virjatêja sêla.
 
Un Salmo por David cuando huyó de su hijo Avshalóm: ¡Adonái, cuán numerosos son mis adversarios; muchos se alzan contra mí! Muchos dicen de mi alma: "¡No hay para él salvación de Dios, jamás!" Mas Tú, Adonái, eres un escudo para mí, mi gloria, y Aquel que levanta mi cabeza. Con mi voz llamo a Adonái, y El me responde desde Su sagrada montaña siempre. Me acuesto y duermo [en paz]; me despierto [en tranquilidad], pues Adonái me sostiene. No temo a las decenas de miles de personas que se han alineado a mi alrededor. Levántate, Adonái; sálvame, mi Dios, pues Tú has golpeado a todos mis enemigos en la mejilla, has destrozado los dientes de los malvados. La salvación es de Adonái; venga Tu bendición sobre Tu pueblo por siempre.
 
SALMO 4
No avergüences a tu prójimo, ni hables u oigas chismes y calumnias. No envidies la prosperidad del malvado en este mundo; alégrate y di: "Si así es con quienes Lo encolerizan, cuánto más con quienes Le sirven".
 
Lamenatsêaj binguinot mizmor ledavid. Becor’í aneni Elohê tsidki, batsar hir’javta li, joneni ushemá tefilati. Benê ish, ad mé jevodi lijlima teehavun ric, tevac’shú jazav sêla. Udeú ki hifla Adonai jassid lo, Adonai yishmá becor’í elav. Rigzu veal tejetáu, imru vilvavejem al mish’cavjem vedômu sêla. Ziveju zivejê tsédec, uvitjú el Adonai. Rabim omerim mi iar’ênu tov, nessa alênu or panêja Adonai. Natáta simja velibi, meet deganam vetirosham rábu. Beshalom iajdav eshkevá veishan, ki ata Adonai levadad lavêtaj toshivêni.
 
Para el Director del Coro; con instrumento musical; un Salmo por David: Respóndeme cuando llamo, Dios [que conoce] mi rectitud; en la aflicción Tú me concediste abundante alivio, sé gracioso y escucha mi plegaria. Hijos del hombre, ¿hasta cuándo haréis de mi honor vergüenza, amaréis la vanidad, [y] siempre procuraréis la falsedad? Sabed que Adonái aparta para Sí al piadoso; Adonái ha de escuchar cuando Lo llame. Temblad y no pequéis; reflexionad en vuestros corazones sobre vuestro lecho, y guardad silencio para siempre. Ofrendad sacrificios en rectitud y depositad vuestra confianza en Adonái. Muchos dicen: "¿Quién ha de mostrarnos bien?" Alza sobre nosotros la luz de Tu rostro, Adonái. Tú pones alegría en mi corazón cuando su cereal y vino son abundantes. He de acostarme y también he de dormir en paz, pues Tú, Adonái, has de hacerme morar solo, en seguridad.
 
SALMO 5
Una plegaria para cada individuo: que los perversos sufran las consecuencias de sus actos y los devotos se regocijen en sus buenas acciones.
 
Lamenatsêaj el hanejilót mizmor ledavid. Amarai haazina, Adonai, biná haguigui. Hac’shiva lecol shav’i malki velohai, ki elêja etpalal. Adonai, boker tishmá coli, boker eeraj lejá vaatsape. Ki lo El jafets résha, áta, lo iegurejá rá. Lo yit’iatsevu holelim lenégued enêja, saneta col pôale áven. Teabed doverê jazav, ish damim umirma ietaev, Adonai. Vaani berov jasdejá avô vetêja eshtajavê el hejal codshejá beyir’atêja. Adonai nejeni vetsidcatêja lemaan shorerai, haishar lefanai darkêja. Ki ên befihu nejona, kirbam havót, kéver patúaj gueronam, leshonam iajalicun. Haashimem Elohim, yipelu mimoatsotehem, berov pish’ehem hadijemo ki máru vaj. Veyismeju jol jossê vaj, leolam ieranênu, vetassej alemo, veialetsu vejá ohavê shemêja. Ki ata tevarej tsadic Adonai, catsiná ratson taterênu.
 
Para el Director del Coro, sobre el instrumento musical nejilót, un Salmo por David: Presta oídos a mis palabras, Adonái; considera mis pensamientos. Atiende a la voz de mi clamor, mi Rey y mi Dios, pues a Ti ofrezco plegaria. Adonái, escucha mi voz en la mañana; ofrezco [mi plegaria] ante Ti en la mañana, y quedo expectante. Pues Tú no eres un Dios que desea la maldad; el mal no convive contigo. Los jactanciosos no pueden tenerse derechos ante Tus ojos; Tú odias a todos los malhechores. Tú destruyes a los que hablan con mentira; Adonái detesta al hombre sanguinario y traicionero. Y yo, merced a Tu abundante benevolencia, vengo a Tu casa; me prosterno en dirección a Tu Santo templo, con temor a Ti. Condúceme, Adonái, en Tu rectitud, a causa de mis vigilantes enemigos; allana Tu camino delante de mí. Pues en sus bocas no hay honestidad, su corazón es traicionero; su garganta es una tumba abierta, [aunque] su lengua adula. Encuéntralos culpables, Dios; haz que caigan a causa de sus [malvadas] tretas; hazlos sucumbir por sus muchas transgresiones, pues se han rebelado en contra de Ti. Mas todos aquellos que depositan su confianza en Ti han de alegrarse, han de cantar jubilosamente por siempre; Tú has de cobijarlos, y aquellos que aman Tu Nombre se regocijarán en Ti. Pues Tú, Adonái, habrás de bendecir al justo; así como un escudo, lo envolverás de buena voluntad.
 
SALMO 6
Una plegaria para que el enfermo implore a Dios que sane su cuerpo y alma. Recitada con devoción y corazón contrito, seguro que Dios la aceptará.
 
Lamenatsêaj binguinot al hasheminit mizmor ledavid. Adonai al beapejá tojijêni, veal bajamatejá teiasserêni. Jonênu Adonai, ki umlal áni, refaêni Adonai, ki niv’halu atsamai. Venafshi niv’halá meod, veata Adonai ad matai. Shuva Adonai, jaletsá nafshi, hoshiêni lemaan jasdêja. Ki en bamávet zich’rêja, bisheol mi iode laj. Iagáti veanjati, as’je vejol laila mitati, bedim’ati arsi amsê. Ashesha micáas eni, ateca bejol tsorerai. Súru mimeni col pôale áven, ki shamá Adonai col bijyi. Shamá Adonai tejinati, Adonai tefilati yicaj. Ievôshu veyibahalu meod col oievai, iashúvu ievôshu rága.
 
Para el Director del Coro, con instrumento musical en el sheminít, un Salmo por David: Adonái, no me reprendas en Tu enojo ni me castigues en Tu ira. Sé gracioso conmigo, Adonái, pues languidezco; cúrame, Adonái, pues mis huesos tiemblan de miedo. Mi alma es presa del pánico; y Tú, Adonái, ¿hasta cuándo [sufriré para que me ayudes]? Vuélvete, Adonái, [de Tu enojo,] salva mi alma; ayúdame en aras de Tu bondad. Pues en la muerte no hay recuerdo de Ti; en el sheól, ¿quién ha de alabarte? Estoy fatigado de tanto suspirar; cada noche lloro hasta empapar mi cama, derrito mi lecho con mis lágrimas. Mi ojo se ha enturbiado a causa del enojo, está gastado a causa de todos mis adversarios. Apartaos de mí, vosotros todos los malhechores, pues Adonái ha escuchado el sonido de mi llanto. Adonái ha escuchado mi súplica; Adonái acepta mi plegaria. Todos mis enemigos estarán avergonzados y grandemente aterrados; se arrepentirán y de inmediato sentirán vergüenza.
 
SALMO 7
No te regocijes cuando Dios castiga a tu enemigo, tal como es ingrato el sufrimiento de los justos. David se disculpa ante Dios: él no hizo mal alguno Shaúl --aquel lo trajo sobre sí--, pues sus pensamientos sólo fueron buenos.
 
Shigaion ledavid asher shar ladonai al divrê Jush ben Iemini. Adonai Elohai bejá jassíti, hoshiêni micol rodefai vehatsilêni. Pen yitrof keariê nafshi, porec veen matsil. Adonai Elohai, im assiti zot, im iesh ável bejapai. Im gamalti sholemi rá, vaajaletsá tsoreri recam. Yiradof oiev nafshi veiasseg veyirmos laárets jaiai, uj’vodi leafar iashken sêla. Cuma Adonai beapêja, hinasse beavrot tsorerai, veúra elai, mishpat tsivíta. Vaadat leumim tessovevêca, vealêha lamarom shúva. Adonai iadin amim, shofteni Adonai ketsidki uchtumi alai. Yigmor na ra reshaim, utejonen tsadic uvojen libót ujlaiót Elohim tsadic. Maguiní al Elohim, moshia yishrê lev. Elohim shofet tsadic, veel zoem bejol iom. Im lo iashuv, jarbo yiltosh, cashto daraj vaijonenêha. Velo hejin kelê mávet, jitsav ledolekim yif’al. Hine iejabel áven, vehara amal veialad sháker. Bor cara vaiachperêhu, vayipol beshajat yif’al. Iashuv amalo verosho, veal codcodo jamasso iered. Odê Adonai ketsidco, vaazamera shem Adonai elion.
 
Un shigaión por David, que él cantó a Adonái acerca de Kush, el Benjaminita: Adonái, Mi Dios, en Ti he depositado mi confianza; sálvame de todos mis perseguidores y libérame. No sea que él desgarre mi alma como un león, y me aplaste, sin que haya quien me rescate. Adonái, mi Dios, si he hecho esto, si hay iniquidad en mis manos; si he retribuido a mis amigos con mal o he oprimido a aquellos que me odian sin causa, que el enemigo persiga mi alma y la alcance; que pisotee mi vida por tierra y haga estar mi gloria en el polvo para siempre. Alzate, Dios, en Tu ira, elévate en furor contra mis enemigos, y despierta dentro de mí [la fuerza para administrar] la retribución que Tú has ordenado. Cuando la asamblea de naciones Te rodee, aléjate de ella, retorna a Tu morada suprema. Adonái ha de administrar retribución a las naciones; júzgame, Adonái, conforme mi rectitud y mi integridad. Pon fin a la iniquidad de los malvados, mas establece a los rectos. Tú, Dios recto, que sondea los corazones y las mentes. Confío en Dios para que sea mi escudo, Aquel que libera a los rectos de corazón. Dios es el juez justo; y el Todopoderoso se enfurece [con el malvado] todos los días. Si no se arrepiente, El afilará Su espada, curvará Su arco, y lo preparará [contra el malvado]. Y El ha preparado para él armas mortales; El usará Sus flechas contra aquellos que persiguen [a los justos]. En verdad, él concibe la iniquidad, está preñado de malas tretas y da a luz a la falsedad. Excavó un pozo, lo ha cavado hondo, y ha de caer en la zanja que ha hecho. Su maldad se volverá sobre su propia cabeza; su violencia caerá sobre su propio cráneo. He de alabar a Adonái de acuerdo con Su rectitud y de cantar al Nombre del ensalzado Adonái.
 
SALMO 8
Alabanza a Dios por dar la Torá al mortal en el mundo inferior, suscitando envidia en los ángeles; como decimos [en Iom Kipur]: "Aunque Tu poderío está en los ángeles arriba, deseas alabanza de los formados por materia inferior".
 
Lamenatsêaj al haguitit mizmor ledavid. Adonai Adonênu, ma adir shimjá bejol haárets, asher tena hodejá al hashamáyim. Mipi olelim veionekim yissadta oz, lemaan tsorerêja, lehashbit oiev umitnakem. Ki er’e shamêja maasse ets’beotêja, iarêaj vechojavim asher conanta. Ma enósh ki tizkerênu, uven adam ki tifkedenu. Vatejasserêhu meat meelohim, vejavod vehadar teaterêhu. Tamshilêhu bemaassê iadêja, col sháta tajat raglav. Tsone vaalafim culam, vegam bahamot sadai. Tsipor shamáyim udeguê haiam, over orjót iamim. Adonai Adonênu, ma adir shimjá bejol haárets.
 
Para el Director del Coro, sobre el [instrumento musical] guitít, un Salmo por David: Adonái, nuestro Amo, ¡cuán poderoso es Tu Nombre en toda la tierra, Tú que has establecido Tu majestad sobre los cielos! De la boca de criaturas y lactantes Tú has cimentado fortaleza, para oponer a Tus enemigos, para poner fin al adversario y al vengador. Cuando contemplo Tus cielos, la obra de Tus dedos, la luna y las estrellas que Tú has fijado, ¡qué es el hombre para que Tú lo recuerdes, el hijo del hombre para que Tú lo tengas en cuenta! Sin embargo, Tú lo has hecho apenas un poco por debajo de los seres supremos, y lo has coronado con gloria y esplendor; le has dado dominio sobre la obra de Tus manos, has puesto todo bajo sus pies; el ganado bovino y el ovino, todos, y también las bestias del campo; los pájaros del cielo y los peces del mar, todo cuanto pasa por las sendas del mar. Adonái nuestro Amo, ¡cuán poderoso es Tu Nombre en toda la tierra!
 
SALMO 9
El hombre debe alabar a Dios por salvarlo del enemigo que desea que sufra, y por juzgar a todos con equidad, al justo por su rectitud y al inicuo por su maldad.
 
Lamenatsêaj al mut Laben mizmor ledavid. Odê Adonai bejol libi, assaperá col nifleotêja. Esmejá veeeltsá vaj, azamera shimjá elion. Beshuv oievai ajor, yicashelú veiovedú mipanêja. Ki assita mishpati vedini, iashavta lejisse shofet tsédec. Gaárta goyim, ibadta rashá, shemam majita leolam vaed. Haoiev tamu joravót lanétsaj, vearim natashta, avad zij’ram hema. Vadonai leolam ieshev, conen lamishpat kis’o. Vehu yishpot tevel betsédec, iadin leumim bemesharim. Vihi Adonai misgav ladaj, misgav leitot batsará. Veyiv’tejú vejá iodeê shemêja, ki lo azavta doreshêja Adonai. Zamerú ladonai ioshev Tsión, haguídu vaamim alilotav. Ki doresh damim otam zajar, lo shajaj tsaacat anavim. Joneneni Adonai, ree onyi missoneai, meromemi mishaarê mávet. Lemaan assaperá col tehilatêja beshaarê vat Tsión, aguila bishuatêja. Taveú goyim beshajat assu, beréshet zu tamanu nilkeda raglam. Nodá Adonai mishpat assá, befoal capav nokesh rashá, higaion sêla. Iashuvu reshaim lish’ola, col goyim shejejê Elohim. Ki lo lanétsach yishajaj evion, tic’vat aniyim tovad laad. Cuma Adonai al iaoz enósh, yishafetu goyim al panêja. Shita Adonai morá lahem, iedeú goyim enósh hema sêla.
 
Para el Director del Coro, a raíz de la muerte de Labén, un Salmo por David: He de ofrecer alabanza a Adonái con todo mi corazón; he de relatar todas Tus maravillas. He de alegrarme y regocijarme en Ti, he de cantar alabanza a Tu Nombre, Supremo. Cuando mis enemigos retrocedan, tropezarán y perecerán delante de Ti. En verdad, Tú has emitido mi juicio y [defendido] mi causa; Tú estuviste sentado sobre el trono [del juicio], Juez Recto. Tú has destruido naciones, eliminado malvados, borrado su nombre por toda la eternidad. Enemigo, tus lugares desolados quedarán en ruinas para siempre; las ciudades que fueron destruidas a causa de tu iniquidad, su recuerdo mismo queda borrado. Mas Adonái está entronizado para siempre, El ha establecido Su trono para juicio. Y El ha de juzgar al mundo con justicia; El juzgará a las naciones con rectitud. Adonái será un baluarte para los oprimidos, un bastión en momentos de aflicción. Aquellos que conocen Tu Nombre depositan su confianza en Ti, pues Tú, Adonái, no has abandonado a aquellos que Te buscan. Entonad alabanzas a Adonái que mora en Tzión, relatad Sus actos entre las naciones. Pues el Vengador del derramamiento de sangre los recuerda; El no olvida el clamor de los humildes. Sé gracioso conmigo, Adonái; mira mi aflicción causada por mis enemigos, Tú que me alzas de los portales de la muerte, para que pueda relatar todas Tus alabanzas en los portales de la hija de Tzión, para que pueda regocijarme en Tu salvación. Las naciones se han hundido en el foso que han cavado; su pie quedó apresado en la misma trampa que ellos han escondido. Adonái Se tornó conocido con el juicio que El ejecutó; por la obra de sus propias manos quedó atrapado el malvado; reflexionad sobre esto por siempre. Los malvados retornarán al sheól; todas las naciones que olvidan a Dios. Pues no por siempre el menesteroso será olvidado, ni para siempre se perderá la esperanza del pobre. Levántate, Adonái, no permitas que el hombre [malvado] prevalezca; haz que las naciones sean juzgadas en Tu presencia. Impón Tu supremacía sobre ellas, Adonái; que las naciones sepan que son, en verdad, frágiles seres.
 
SALMO 10
Cuenta de la prosperidad del malvado; cómo se vanagloria de ello, al grado de decir: "No hay ley ni juez. Dios no observa los actos de los mortales".
 
Lama Adonai taamod berajoc, talim leitot batsará. Begaavat rasha yidlac ani, yitafessu bimzimót zu jashávu. Ki hilel rashá al taavat nafsho, uvotsêa bérej niets, Adonai. Rashá kegova apo bal yidrosh, en Elohim col mezimotav. Iajilu derajav bejol et, marom mishpatêja minegdo, col tsorerav iafiaj bahem. Amar belibo bal emot, ledor vador asher lo verá. Ala pihu male umirmót vatoj, tajat leshono amal vaáven. Ieshev bemarav jatserim, bemistarim iaharog naki, enav lejelejá yitsponu. Ieerov bamistar kearie vessuco, ieerov lajatof ani, iaj’tof ani bemosh’jo verishto. Yideke iashôaj, venafal baatsumav jel caím. Amar belibo shajaj El, histir panav bal raa lanétsaj. Cuma Adonai, El nessa iadêja, al tish’caj anavim. Al me niets rashá, Elohim, amar belibo lo tidrosh. Raíta ki ata amal vajaas tabit, latet beiadêja, alêja iaazov jelêja, iatom ata hayita ozer. Shevor zerôa rashá, vará tidrosh rish’o val timtsa. Adonai mélej olam vaed, avedu goyim meartso. Taavat anavim shamata Adonai, tajin libam tac’shiv oznêja. Lishpot iatom vadaj, bal iossif od laarots enósh min haárets.
 
¿Por qué, Adonái, Te paras a distancia; por qué Te ocultas en momentos de tribulación? El malvado en su arrogancia persigue a los pobres que son atrapados por los ardides que ellos han ideado. Pues el malvado se vanagloria por [el logro del] deseo de su corazón, y el insolente ladrón se jacta de haberse burlado de Adonái. El malvado, en su insolencia, [piensa,] "El no sondea [nuestras acciones]"; todos sus pensamientos son: "No hay Dios [de retribución]". Sus sendas siempre triunfan; Tu retribución está muy lejos de él; él resopla a todos sus enemigos. Dice en su corazón: "No he de vacilar, por todas las generaciones ningún mal caerá sobre mí". Su boca está colmada de juramentos, engaño y malicia; bajo su lengua hay agravio e iniquidad. Aguarda en emboscada en las inmediaciones; en lugares secretos asesina al inocente; sus ojos acechan al desvalido. Acecha en un lugar secreto cual el león en su guarida; acecha para capturar al pobre, captura al pobre cuando extiende su red. [Finge estar] aplastado y encogido, los desvalidos caen presos de su poderío. En su corazón dice: "Dios ha olvidado, El oculta Su rostro, El nunca verá [mis iniquidades]". ¡Levántate, Adonái! ¡Dios, alza Tu mano! No olvides a los humildes. ¿Por qué se burla de Dios el malvado? Dice, en su corazón: "Tú no exigirás". ¡Sin embargo, Tú sí ves! Pues Tú contemplas agravio y enfado. Recompensar está en Tu poder; los indefensos depositan su confianza en Ti; Tú [siempre] has ayudado al huérfano. Rompe el poder de los malvados; luego busca la maldad del inicuo y no la has de hallar. Adonái reina por toda la eternidad; las naciones han desaparecido de Su tierra. Adonái, Tú has escuchado la ansiedad de los humildes; dirige sus corazones [a Ti], haz que Tu oído atienda [a sus plegarias]. Para hacer justicia con el huérfano y el oprimido, de modo que [el malvado] no pueda sembrar más el terror entre los hombres de la tierra.