lunes, 1 de octubre de 2007

Polifonias para Simja Tora

LA TORA NO ES PARA LOS ANGELES

Simjat Torá constituye una preciosa invención del pueblo judío en el exilio.

Se trata de una festividad desprovista de mitzvot intrínsecas.

En primera y última instancia la mitzvá, el precepto, en Simjat Torá, la fiesta de la alegría de la Torá, consiste en celebrar jubilosamente la relación entre D´s y el pueblo de Israel.

Y esta relación está basada en la Torá.

Según el midrash, en un principio los ángeles no estaban de acuerdo con que la Torá fuera entregada al hombre.

D´s, entonces, apeló a Moshé para que intercediera.

Moshé preguntó a los ángeles:

¿Acaso tenéis vosotros padres, y con ellos la necesidad de un precepto para honrarlos y respetarlos?
¿Tenéis vosotros celos y envidias y por lo tanto la necesidad de un precepto para no codiciar?
¿Manejáis vosotros dinero y necesitáis por ende un precepto para no robar?


Los ángeles callaron.

Y estuvieron de acuerdo con D´s en que la Torá debía ser dada al hombre.

CHISTES, (¿¡CHISTES!?)...UN POCO DE HUMOR...

• Decía el maestro: “Cuando el sabio señala con el dedo a la luna, lo único que ve el necio es el dedo”.
(El verdadero valor de los puntos de referencia reside en su capacidad de orientarnos y guiarnos hacia los referentes)

• Un hombre pretendía infundir a sus hijos el gusto por la música. Para ello les compró un piano. Cuando llegó esa noche a su casa, los niños estaban contemplando el instrumento musical absolutamente perplejos. Al ver al padre le preguntaron: “¿Cómo se enciende?”. (¿!)

• “¿Crees que viajar puede servirnos para ensanchar nuestras mentes?”, preguntaron los discípulos al maestro. “Es posible”, respondió el sabio, “Mas tened cuidado de que no sirva para propagar por más sitios vuestra estrechez de miras”.

¿SABÍAS QUE...

• La última palabra de la Torá es “Israel”.

• La primera palabra de la Torá es “Bereshit” (“En el comienzo”)

• Consecuentemente la última letra de la Torá es la letra “lamed” y la primera letra de la Torá es la “bet”.

• Uniendo la “lamed” y la “bet” se forma la palabra hebrea “leb” que significa “corazón”.

Tal vez con esto se nos esté diciendo que solamente reiniciando el ciclo de lectura de la Torá y permitiendo así el encuentro de ambas letras, la “lamed” y la “bet”, se puede lograr que al conocimiento intelectivo de las Escrituras se le sume el corazón, lo afectivo.

Sólo cuando coinciden el intelecto y el afecto surge la verdadera sabiduría.

CUENTO: BENDICIONES A CREDITO

En 1887, cuando en Simjat Torá se anunció en la sinagoga que el rabino Shalom Ber de Lubavitch iba a ser honrado con sostener la Torá durante el primer circuito de las “hakafot”, el rabino dijo: “No estoy preparado”.

En ese momento le pidió a un comerciante que solía trabajar sobre la base de comisiones que le explicara a todos cómo funcionaba ese negocio. “Simple”, dijo el hombre, “traigo mercadería de la gran ciudad y la proveo a todos los pequeños comerciantes minoristas, y el que paga por completo los bienes consignados previamente, obtiene su nuevo lote a crédito”.

Ahora bien, la palabra hebrea para “a crédito” es “hakafá”, es decir el mismo vocablo que designa cada uno de los circuitos festivos en la sinagoga en el transcurso de los cuáles la comunidad baila con la Torá.

El rabino entonces le dijo a los allí reunidos: “Sólo después de que uno ha pagado ´en efectivo´ con las distintas clases de servicio divino que caracterizan al mes de Elul, Rosh hashaná, los diez días de penitencia, Iom Kipur, Sucot y Sheminí Atzeret, uno puede recibir nuevas bendiciones en consignación para el nuevo año, recibirlas ´a crédito´ (“behakafá”).

(Extraído de “A treasury of hassidic tales on the festivals” de S. Y. Zevin)

Simjat Torá nos invita a sumergirnos en nuestras emociones.

Crea instrumentos musicales no formales. Puedes intentar desde llenar botellas o recipientes con piedritas, arroz, granos de café, hasta enhebrar tapitas de bebidas en un alambre.

¿Cuáles serían los sonidos y ritmos que, extraídos de estos creativos instrumentos, te permiten expresar: enojo, serenidad, miedo, seguridad, angustia, esperanza, dolor, placer, tristeza, alegría?

Estudiando el pasaje del Génesis en el que D´s separó de las tinieblas a la luz un rabino le preguntó a sus discípulos:
“¿Cómo pueden darse cuenta cuándo la noche se convierte en día?”.
Respondió uno de ellos:
“Si mirando a lo lejos distingo el horizonte”.
Otro dijo:
“Si al mirar a la distancia puedo diferenciar un pino de un ciprés”.
El rabino, no satisfecho con las respuestas, dijo:
“En realidad, para saberlo, deben mirar al rostro de un ser humano. Si descubren en él a un hermano es porque se ha hecho de día”.

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